CORO 1:
Nueve puñales filosos
lanzados por Lucifer,
que hirieron a un pueblo hermoso
por la avidez de unos pocos,
ambiciosos de poder.
Nueve puñales filosos,
que nunca debieron ser;
traicioneros, alevosos,
que conscientemente unidos
tenemos que detener.
Son dos pueblos que un camino
juntos siempre han transitado
y uno tiene en su costado
nueve puñales clavados.
Pueblo, pueblo colombiano
recuerda: somos hermanos;
siempre tendrás a tu lado
al pueblo venezolano.
CORO 2:
Nueve puñales sangrientos,
nueve puñales del mal;
de guerra siembran los vientos,
que hieren los sentimientos
de un pueblo noble y cordial;
hermanemos nuestro esfuerzo
para ahuyentar lo fatal;
aunque en el alma yo siento
que es una herida mortal.
Nueve dagas venenosas,
nueve dagas incrustadas;
dime hermano, dime hermana
por qué apuñalan mi espalda.
En verdad que somos hijos
del padre libertador;
Bolívar con su legado,
nos dio la luz de su sol.
CORO 1
Pueblo amigo, pueblo hermano
nos unen lazos de amor;
levantemos bien en alto
nuestro signo tricolor;
las barras y las estrellas,
son la insignia del terror;
no permitas que, de nuevo,
nos divida la traición;
no dejes que un aguilucho
nos desgarre el corazón.
CORO 2
Que se aleje Satanás,
de la América Latina;
que Abel y Caín revivan,
no permitamos jamás;
que por siempre nuestros pueblos,
sean símbolos de paz;
que una misma cofradía,
nuestras naciones serán;
hermano, ven, imploremos
que Dios nos escuchará.
CORO 1
Nueve puñales clavados,
con certera puntería
en el pecho y en la mente
de alcahuetes desalmados.
Se olvidó la oligarquía
y sus cómplices malvados,
que el corazón de Colombia
¡es, también, venezolano!
CORO 2
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