EL GORILA DE HONDURAS
Cierta noche un gorila se escapa
de su jaula, causando estupor
a la gente de Tegucigalpa,
la ejemplar capital del valor.
CORO A 2 VOCES, RECITADO:
¡Eres tu, Tegucigalpa,
la bandera del honor!
¡Morazán está orgulloso
de tu temple y tu valor!
Se pregunta la gente asombrada,
quién compró semejante animal;
el tener a esa fiera enjaulada,
ya revela insanía mental.
¡Locos, locos, más que locos
los golpistas se volvieron!
¡Masacraron a su pueblo
y por eso se jodieron!
Imagínese usted si es bien caro,
un monito llegar a tener;
un gorila de inmenso tamaño,
cuánto pudo llegar a valer.
Se perdieron esos reales,
porque el pueblo no desmaya
y lucha por sus derechos.
¡Viva, viva Mel Zelaya,
por enfrentar la canalla
de oligarcas insurrectos!
A ese lujo cualquiera no accede,
necesario es riqueza y poder;
y si apoyo foráneo les llueve,
más desgracias nos pueden caer.
Conspiraron, conspiraron,
se buscaron financistas;
oligarcas y los medios,
¡a la cárcel los golpistas!
Se equivocan aquellos que sueñan,
que a un gorila este pueblo lo acepte;
aunque el mono se vista de seda,
aunque imponga su toque de queda,
él por siempre será un “gorilette”.
Para siempre “gorilette”,
de por vida payasete;
con tu Romeo agresor,
sus destinos son grilletes.
¡Reivindíquense organismos,
dejen de ser alcahuetes!
CORO:
Son las voces de Alfaro y Martí,
San Martín, Morazán y de Artigas,
de Sandino y de Abreu de Lima,
que le exigen respeto al imperio;
y a vanguardia va Simón Bolívar,
que volvió a defender a su pueblo;
y al gorila metido en Honduras
le dirá que con su dictadura
puede irse derecho al infierno.
¡Al infierno, al infierno
con tus socios del imperio!
¡Vete, vete, vete ya
vil masacrador del pueblo!
¡Restituyan de una vez
a Zelaya en el gobierno!
Jesús Núñez León.
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