El campesino Nemesio,
la tierra va trabajando;
mientras que en su propia suerte,
Nemesio va meditando.
CORO:
Que haya cosecha,
que haya cosecha,
como es debido;
que no se pierda,
por no llover,
ni tampoco,
por lo llovido;
sólo te pido;
que es la comida,
para mis hijos.
Cuando el campesino siembra,
que en el invierno le escampe
y que en verano le llueva.
CORO:
Cuando el campesino siembra,
con fervor a Dios le ruega;
que en el invierno le escampe
y que en verano le llueva.
El sol comienza a meterse,
la noche se viene encima;
y el exhausto campesino,
hacia su rancho camina.
CORO:
Van a su encuentro,
que impresa tienen,
la gran miseria,
que los conmueve;
se les ve hambrientos
y macilentos;
porque su padre,
Como es padre precavido,
aunque su mundo es oscuro;
al pensar en sus muchachos,
también piensa en su futuro.
CORO:
Y ya en el frente,
del rancho inmundo;
a Pedro Segundo;
para que enseñe
a Nicomedes;
y que no quede
bruto en el mundo.
Y aunque Nemesio siente,
cuando penetra en el rancho,
va rumiando insatisfecho.
Señor, cuida a mis muchachos;
que yo no sé,
que yo no sé,
cuando tiemple el cacho.
CORO:
Señor, cuida a mis muchachos;
cuando tiemple el cacho.
Cuando el campesino siembra,
con fervor a Dios le ruega;
que en el invierno le escampe
y que en verano le llueva.
CORO:
mi Dios te pido;
que haya cosecha,
como es debido;
que no se pierda,
por no llover,
ni tampoco,
por lo llovido;
que no se pierda,
sólo te pido;
que es la comida,
para mis hijos.
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