Barinas, hoy llegas a mi recuerdo,
con tu ululante viento barinés;
de tus garzas silvadoras, bien me acuerdo;
de tu palma y de tu flor que única es.
Tierra fértil que pare productores,
capital de los ríos del país;
ganaderos, folcloristas, sembradores
de leguminosas, de arroz y de maíz.
La masacre a tus indígenas espanta,
sometidos al suplicio y al martirio;
tu rebelde población hoy se levanta,
testigo de aquel cruento genocidio,
Al grito independentista tu acudiste
y firmaste aquella acta sin demora;
por tu espíritu patriota te rendiste
ante Páez, Bolívar y Zamora.
Y como ave fénix resurgiste
y una pujante ciudad hoy se formó,
regada por los ríos que te asisten
Santo Domingo, Apure, Masparro y Boconó.
Cermellones adornando el piedemonte,
que enamoran al que de belleza sabe;
¡oh, Barinas!, que en el parto de los montes,
¡diste a luz al gigante de Hugo Chávez!
Jesús Núñez León.
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