A CASANAY

 

A CASANAY

Casanay era el rey de los zamuros,

los indígenas así te bautizaron;

un pueblo bendecido, noble y puro,

que en oasis las hadas transformaron.

Es en Sucre que está tu municipio,

epónimo del poeta Andrés Eloy;

fuiste aldea muy pobre en un principio,

pero un blasón pujante ostentas hoy.

Tu importante producción agropecuaria,

tu economía a flote la mantiene;

cacao, maíz, caña, frutas varias

y la caliza envidiables parabienes.

De mis padres fuiste cuna, pueblecito;

es mi sueño visitarte alguna vez,

homenajearlos en tu suelo bendito

y deleitarme con tus Aguas de Moisés.

Instalarme en tu placita a contemplar

tu concha acústica o tu iglesia, embelesado;

con tu gente laboriosa conversar 

y en tu feria disfrutar de un buen cuajado.

Río Casanay, Cariaco, La Laguna,

Pantoño, Santa Marta, Guarapiche,

de abrazarlos quisiera la fortuna,

degustando tu guarapo en un trapiche.

Un futuro esplendoroso te deseo,

más acogedor que tú, pueblo no hay;

tu horizonte encantador es lo que oteo,

¡te saludo con el alma, Casanay! 

                   Jesús Núñez León.