CUANDO EL COVID ME AGARRÓ.
Cuando a mí me dio el covid,
a veces no podía más;
eran como diez Goliat
luchando contra un David;
aquello era para mí,
algo que desconocía;
no hallaba qué hacer debía,
los remedios eran caros
y cobraban con descaro,
cuando el virus yo tenía.
Cuando el covid me pegó,
era cual bebé en la cuna;
todavía no había vacunas,
indefenso estaba yo;
de todo me recetó
el doctor que me veía;
apetito no tenía,
se fue el olfato también;
de pastillas más de cien
y ni respirar podía.
Cuando el covid yo tenía,
la saturación bajaba;
y el pulso nunca llegaba
a lo que se requería;
la fiebre no me cedía,
a pesar de los remedios;
y aquel bendito tedio,
me impedía ser optimista;
y me hizo más pesimista
el bloqueo del imperio.
Cuando ese bicho llegó,
no lo esperaba siquiera;
amigos si ustedes vieran
los kilos que me quitó;
un médico me ordenó,
tome usted azitromicina;
y otro levofloxacina
fue su recomendación;
me he convertido en campeón,
casi experto en medicina.
Cuando el virus tenía yo,
casi no podía hablar;
era tal el malestar,
que el gusto se me perdió;
una vecina me dio,
un guarapo de jengibre;
hierbas de todo calibre,
en infusión me mandaban,
del pollo me preparaban,
las patas en asopado;
y el ocumo sancochado
y sardinitas asadas.
Y cuando el covid se fue,
me dejó bien turulato;
parecía un garabato,
de lo flaco que quedé;
ojalá que no me dé,
de nuevo esa enfermedad;
ruego que la humanidad,
pueda pronto hallar la cura;
y que con suma premura,
¡vuelva la normalidad!
Jesús Núñez León.
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