Porque vino al mundo,
sin poder cantar,
el turpial lloró.
Y llora que llora,
su inicial plumaje,
se deterioró.
de amarillo intenso,
su madre le dio.
Y en el limpio espejo,
del agua de un río,
su imagen miró.
de claro disgusto,
aquel ave dio.
Y su madre, entonces,
un chaleco negro,
rauda le tejió.
Y él, agradecido,
en vez de un graznido,
su canto emitió.
Jesús Núñez León
Jesús Núñez León
cuidemos nuestra fauna,es muy bonita.-
ResponderEliminarClaro que sí, Waldo. Es lo menos que debemos hacer. Gracias por visitar mi blog.
EliminarLA FLORA Y LA FAUNA DEBEMOS CUIDARLA,
ResponderEliminarEs nuestro deber como seres humanos que compartimos este único, maravilloso y privilegiado planeta.
EliminarEl turpial es el ave nacional de Venezuela.
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