¡QUÉ ENGAÑADO ESTÁS, CAPITALISTA!
¿Por qué tratas de inculcarme tus estúpidas,
necias y banales
consignas imperiales?
¡No ofendas, por
favor, mi inteligencia!
¿Es que acaso consideras que por
ser socialista soy estúpido?
¡Estúpido
es todo aquel que cree que el socialista es un estúpido!
El socialismo es una virtud que
los serviles no entienden.
No busca, como sí lo hacen doctrinas
opuestas, la alienación;
es decir, no busca del ser
humano la estupidización.
El socialismo es la doctrina que
generalmente los presuntuosos,
los vanos, los egoístas y los
estrechos de mente no comprenden.
El
socialismo se anida en el alma y se agiganta con el bienestar común.
El socialismo no se
esconde, subrepticiamente en tu cabeza, para
esquilmar tus sueños y aguijonearte traicioneramente el corazón.
esquilmar tus sueños y aguijonearte traicioneramente el corazón.
El
socialismo es libertad, solidaridad y hermandad.
¡Qué engañado estás, capitalista!
¡El socialismo es puro y genuino amor!
¡Es la palabra de Cristo en acción!
Jesús Núñez León
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